Añoro con nostalgia las navidades diferentes del año pasado, aquella nochebuena en la que comimos en el suelo con una mesa de cartón con suerte de poder cocinar porque ese día habíamos comprado la cocina..., alejados del mundanal ruido de campañas navideñas, de todo el folklore de unas fechas de las que lo único que recuerdas o te cuentas es cuántos excesos te has permitido o lo que te han regalado, a pesar de ello todo el mundo con la conciencia purificada con las buenas intenciones que cierran el año, pero que pocas veces abren el siguente...
Estoy de vacaciones desde el sábado por la tarde y por unas dos semanas, eso debería alegrarme, sería lo lógico después de dos meses trabajando más de 10 horas al día y sin vida social, pero la verdad es que me es indiferente estar de vacaciones o seguir trabajando 10 horas al día. Me doy cuenta de que aunque me he criado aquí este ya no es mi lugar y solamente hago lo que tengo que hacer hasta que llegue ese 1 de mayo en el que volveré a seguir adelante con mis cosas.
Día de navidad por la noche alargando la tarde con unas copas encima, se me ocurre tomarle el pelo a uno del pueblo por un detalle tonto y acabo discutiendo por cosas que ni me importan ni me incumben en absoluto, simplemente porque le dio más importancia de la que tenía y no se paró a intentar entender lo que le dije.
Es un ejemplo tonto, pero cada vez llevo peor eso de comprobar la falta objetividad, valores y consciendia del mundo en general, peor aun en este pequeño lugar del mapa en concreto. Vivimos en una de las sociedades más exclavistas del mundo, los banqueros y los grandes empresarios se tienen que frotar los ojos de vez en cuando porque no se creen que hayan conseguido tenernos tan engañados.
Sin embargo, tenemos todas las posibilidades del mundo para salir de esta situación y no hacemos nada, con todas las posibilidades para enterarnos realmente de cómo funciona este mundo, de ser objetivos y conscientes, con todas las posibilidades para hacer algo significativo, y nos dedicamos a las tonterías...
La ruta de los exclavos antiguamente salía de España, Portugal o Inglaterra hacía África para cargar millares de hombres y llevarlos a América, hoy día condenamos eso con toda nuestra dignidad y no nos damos cuenta de que somos exclavos voluntarios con los ojos cerrados ante lo que incumbe de verdad y distraídos con los caramelos que lanzan los reyes magos al gentío.
Por eso casi prefiero estar trabajando, alejado de la tentación de volver a discusiones absurdas por cosas sin importancia, entretenido para no pensar en el vacío que siento cada vez que me planteo lo que hago ahora mismo, ocupado siento que cada vez estoy más cerca de mi oportunidad de evitar la exclavitud, cada vez más cerca de sentirme libre como solamente me reconozco, por eso mochila al hombro ante el horizonte...
Pero he cambiado mucho, me he vuelto un inconformista y me gustaría que todo el mundo intentase ser libre para llevarme mejor con él, por eso en estas navidades y en este nuevo año que está a punto de entrar os deseo a todos mucha libertad, hoy día es mi mayor deseo, ¡¡¡seamos libres y olvidémonos de tonterías!!!!