sábado, diciembre 09, 2006

Rumbo sureste
(20/09/05, Vilvabamba, Ecuador)
Nadie sabe dónde estoy, ni tan siquiera yo mismo. Recibí todo lo que Same ofrecía, algo tocó la puerta de mi conciencia y me dijo; "Xabi, ya has descansado suficiente, mira al horizonte, hay un nuevo rumbo, rumbo sureste!"
Plegé mi mochila y la ruta volvió a llenar mi vida, la gente habla el mismo idioma pero con diferente gerga, el acento varía y me digo, chuta! de una que he perdido la ventaja de hablar como el lugareño y que me cobren como a alguien del pueblo, pero chevere! la rueda vuelve a girar y a tomar velocidad, nuevos paisajes y nuevas gentes a las que conocer!
Ayer una mirada me hizo sonrrojar, me vi sucio, sin duchar, casi sin rumbo y sin un duro en el bolsillo, que locura! pero estaba mirando directamente a los ojos, ni a los zapatos, ni a la ropa, leyendo dentro de mí, mirando con orgullo y satisfecho. Me di cuenta, era la misma mirada que veía cada mañana al limpierme los dientes pero con algo diferente, conciente que estaba dónde y cuando debía camino a algún lugar dónde hay algo nuevo que encontrar.
Me acordé de la conversación en la puerta de mi conciencia; mira al horizonte, todo lo que necesitas está en el camino, solo tienes que llegar hasta ahí y recogerlo, puede que sea algo difícil o largo pero está a la vista y es alcanzable, el camino te ofrece lo que necesitas porque lo amas y lo respetas, y por eso le gustas y te cuida, te ofrece todo a cambio de respeto y un poco de cariño, sigue la ruta y disfruta, llegarás a lo que necesites y te quedarás con el recuerdo de haber hecho un buen viaje, sin una meta clara, pero un buen viaje, solo tienes que respetar, al igual que construyes una buena vida cuando la respetas y la amas, todo en el mundo funciona así!
Ya limpio, dormido y bien comido pero con la misma cartera empaco la mochila de nuevo y voy hacia el horizonte, siguendo la ruta y recogiendo lo que me ofrece...