miércoles, agosto 13, 2008

La vida por descubrir

(13/08/2008, Hondarribia)


Vivir acorde con lo vivido, acorde con lo aprendido del viajar, del observar, del escucharse a uno mismo,... vivir acorde del sinfín de principios morales, decisiones personales y lecciones aprendidas a lo largo de los tiempos pasando por lugares más desfavorecidos, de nuevo resurgir económico o por viejas economías... vivir en consecuencia a estos parámetros de la consciencia es el reto ante el cual me encuentro ahora mismo.


Un buen amigo, Mike, me escribió hace poco algo acerca de esto, ambos hemos viajado, observado y aprendido tanto de todo lo que nos ha rodeado como de nosotros mismos, y ambos seguimos entendiendo el viaje como nuestro modo de vida por mucho tiempo, ¿pero viajar por viajar a estas alturas es suficiente? no lo creo, las inquietudes personales crecen junto con la amplitud de miras que uno puede llegar a tener, primero te interesas por conocer otros lugares, otras culturas, otras gentes,... te gusta y te aficionas a ello porque aparte descubres otros lados de tu propia vida, otras oportunidades que parecían cerradas para alguien como tu, dignas de novelas o de esas historias que te cuentan de niño y que tan de otro mundo te parecen antes de darte cuenta de que son tan normales como la vida misma,... oportunidades que de seguir en el ritmo de la sociedad en la que nos hemos criado nunca hubiéramos entendido como propias o incluso reales, y nunca hubiéramos disfrutado...


Sigues viajando, observando y aprendiendo de esto y aquello, realizas rutas que otros jamás se habrían atrevido a emprender y cuando ya la visión parece ser lo suficientemente amplia te das cuenta de que es momento de evolucionar y dar pasos aún mayores en la vida, mayores que todo lo que ha supuesto nuestra vida hasta el momento... Este es el momento en el que uno se plantea lo que ha venido a hacer a este mundo, para qué hemos sido convocados a la vida, el objetivo de vida, el destino que llaman unos o la naturaleza del karma para otros... todo lo que nos queda por comprender y hacer en esta vida...


Como seres humanos somos seres sociales, necesitamos de la sociedad para garantizar la simple subsistencia y necesitamos de la sociedad también para cubrir nuestras necesidades espirituales, así para tener una vida plena no basta con recibir sino que tenemos que aportar algo a la sociedad para cumplir con nuestra naturaleza social, nuestra naturaleza social nos impone un deber que debemos descubrir y que será parte fundamental de nuestros objetivos en la vida. 


Las sociedades occidentales hoy en día no hacen caso a estas necesidades del alma, quienes las dirigen necesitan mano de obra sumisa y consumidora de sus propios productos para seguir teniendo el poder que les mantiene vivo el ego... pero no es momento de hablar del ego sino de las necesidades reales que tenemos los seres humanos, necesidades como lograr que nuestra vida aporte algo a la de los demás...


Como viajero he descubierto un nuevo tipo de sociedades al que quiero dedicar mis investigaciones y mis viajes de descubrimiento, Auroville me abrió las puertas de las comunidades, esas pequeñas sociedades que sin estar totalmente aisladas del resto de la gran comunidad humana, tratan de conseguir un equilibrio espiritual y material en el que se creen las condiciones necesarias para vivir una vida plena... Esas nuevas comunidades van a ser junto a las comunidades antiguas, tribales o nómadas, el objetivo de mis viajes.


El 1 de enero volaré a Brasil con la intención de visitar varias de estas nuevas comunidades por Sudamérica en general y algunas de las antiguas más concretamente por el amazonas, descubrir las necesidades reales del ser humano social y cómo crear las condiciones necesarias para que éste las cubra, puede que el objetivo de mi vida sea descubrir y transmitir al resto de seres humanos los secretos del equilibrio entre el espíritu y la materia en esto que conocemos cómo la Vida en la Tierra...