martes, marzo 20, 2007

Equívocos con el tiempo
(20/03/2007, Hondarribia)
"El tiempo que vivimos es el hoy y el ahora, no lo olvidemos"
Al viajar creemos sumergirnos en un viaje en el tiempo en el que volvemos al pasado para ver modos de vida antigüos. Pero nos equivocamos, es tan actual y contemporaneo como nuestros juguetes de última tecnología, no deberíamos perder la perspectiva, todo lo que vemos es el resultado de la historia multicultural que compone el mundo de hoy, en el ahora.
Pareciera que vemos cosas lejanas en el tiempo, cosas que nos recuerdan a las lecciones de historia del colegio, pero no deberíamos olvidar que lo que hoy vemos es el resultado de la historia en un lugar en concreto de un mundo globalizado, redondo y unido.
"Al encontrarnos con modos de vida simples y mundanos pensamos que en cientos de años nada ha cambiado... " ¿cuántas veces hemos escuchado ésto?

La economía global llega hasta los rincones más insospechados, he podido comprar "super glue" en el puesto de carretera de un pueblo perdido en Etiopía, en Nepal siguen consechando el arroz como antaño, pero los precios dependen del mercado internacional y sus ingresos más que fluctuar como el mercado bajan irremediablemente dirigiendoles a la pobreza absoluta, la falta de lluvia provocada por el cambio climático a la vez probocado por un crecimiento industrial sin control medioambiental es ese pequeño detalle que se les escapa a los ancianos cuando miran al cielo y no entienden por qué la lluvia no llega cuando debe, o por qué hoy en día viven peor que hace 40 años.
Las culturas se van perdiendo aplastadas por el gran capitalismo global, los modos de vida se vuelven más pobres a pesar de que en teoría siguen haciendo lo mismo que sus abuelos, pero se han perdido los motivos, los significados o el sentido espiritual de la vida, cualquier niño del mundo quiere ver la tele o jugar a la Play Station a pesar de vivir en una cabaña de adobe rodeado de vacas.
Queremos aprender sobre las culturas que visitamos, si, su historia, sus tesoros y sus verdades, sin embargo no es el túnel del tiempo lo que debemos pretender, no es el pasado sino el hoy, el ahora, lo que vemos son las variantes de la multiculturalidad, de la diversidad en su estado puro y a veces más crudo. Y es esa realidad la que nos hace viajar, las verdades que encontramos en el mundo contemporaneo o los múltiples componentes de la vida que sin que les hagamos mucho caso son los que cualifican nuestras vidas más que el dinero.
No viajo para ver el pasado sino para entender el presente y encarar el futuro, y aunque aun el presente me mantenga en casa, en un futuro muy próximo me volveré a encontrar ante las maravillas del tiempo para entender todas sus verdades...